jueves, 29 de octubre de 2009

Opera Carmen



Creo que esto es pirateria, aunque sinceramente no me importa. Les dejo la opera para que la descarguen:


Ópera en cuatro actos, con música de Georges Bizet (1838-1875), basada en una breve historia de Próspero Mérimée, con libreto de Henry Meilhac y Ludovic Halévy. El estreno de esta obra tuvo lugar en la Opera Cómica de París, el 3 de marzo de 1875.
-Orchestre National de la Radiodiffusion Francaise, Thomas Beecham
Victoria De Los Angeles - Nicolai Gedda
desde el blog "Classical Library"
-London Symphony Orchestra, Dir : Claudio Abbado
Teresa Berganza (Carmen)Placido Domingo (Don José)Sherrill Milnes (Escamillo), Ileana Cotrubas (Micaëla)


http://rapidshare.com/files/165674138/Carmen_de_Bizet.part1.rar

http://rapidshare.com/files/165684201/Carmen_de_Bizet.part2.rar

http://rapidshare.com/files/165688041/Carmen_de_Bizet.part3.rar

lunes, 21 de septiembre de 2009

Power Point Sánchez Noriega





En palabras del maestro:






La adaptación de obras literarias al cine tiene la misma tradición centenaria que el séptimo arte. Y, sin embargo, cada adaptación de una obra conocida renueva la eterna polémica: se suele rechazar la película lamentando que la complejidad del texto literario haya sido despreciada por la superficialidad de las imágenes. "De la literatura al cine. Teoría y análisis de la adaptación" indaga en el núcleo de ese debate con voluntad de clarificar sus términos y apreciar la convergencia básica entre cine y literatura: el arte de narrar. En la primera parte se abordan las dimensiones que tiene la relación entre el cine y la literatura y se establece una tipología con los procedimientos más usuales de las adaptaciones, desde la mera plasmación visual a la creatividad desplegada por cineastas tan singulares como Buñuel o Almodóvar. En la segunda se ofrece una teoría del relato, basada en los estudios narratológicos más solventes, que da cuenta de las convergencias entre obras literarias y fílmicas. Y la tercera parte presenta seis modelos prácticos de análisis de adaptaciones que se corresponden a textos literarios diversos. El libro, que se completa con una amplia filmografía con las principales obras de la literatura que han sido llevadas al cine, es el resultado de investigaciones y cursos y se dirige a los estudiosos interesados en el cine en cuanto relato y en el conocimiento de los trasvases culturales.

Fuente: http://www.libreriapaidos.com/libros/8/844930896.asp?TipoBusqueda=101




Aquí les dejo las presentación que hizó Graciela del libro de Sánchez Noriega.



http://www.mediafire.com/download.php?jdnitiztone



Quienes quieran una copia de las películas que hemos visto... ¿Qué les parece si me dan los discos vírgenes (DVD) y les hago la copia?




lunes, 7 de septiembre de 2009

Libreto



Les dejo el libreto de la ópera Carmen. Para bajarlo dan click en el enlace y enseguida en Click here to star download... Es un archivo pequeño, no tarda en descargarse.




Y como plus aquí hay un fragmento de la ópera interpretado por la maravillosa María Callas.




miércoles, 2 de septiembre de 2009

Presentaciones y Power Point






Aquí les dejo las presentaciones de Power Point, descargarlas es muy fácil, dan click en el enlace y a continuación en el botón del lado izquierdo que dice free user, tendrán que esperar 80 segundos en lo que se carga el archivo, después de lo cual dan click en Download les va a preguntar que si quieren abrir o guardar el archivo, le dan en guardar; esperan a que se descargue (al rededor de 15 minutos, porque es un archivo grande, depende de la velocidad de su conexión). Después abren el archivo, ponen la clave y listo.




les dejo un pequeño tutorial:

Bien, ingresamos la dirección para descargar de RapidShare y nos apareceda la siguiente imagen:



1) Hacemos click en Free user y luego nos apareceda la siguiente página



2) Esperamos el tiempo que nos indica y nos apareceda lo siguiente:



3) Hacemos click en Download y se nos abrira el cuadro de guardar o ejecutar archivo ustedes elijen


P.S: Hay dos detalles, el primero es que las presentaciones están contenidas en un archivo RAR, para el cual necesitan un programa que abra archivos comprimidos, la mayoría de las computadoras tienen por defecto winrar o winzip, cualquiera de ellos es útil. Para quién no tenga un programa que abra comprimidos les dejo aquí la página de winrar, la descarga es gratuita:




El segundo es que por motivos de seguridad y para defender el trabajo intelectual de Víctor y Graciela los archivos están protegidos por una contraseña, la cual les proporcionaré en clase o vía correo electrónico, si prefieren lo segundo manden un correo a pudrete_jodete@hotmail.com. La clave que les proporcione será utilizada en todos los archivos subsecuentes. Si tienen alguna duda o pregunta sobre esto pueden dejarla aquí o mandármela por correo.


Saludos.




Ernesto.

lunes, 20 de abril de 2009

Defenestrados: La ventana como elemento simbólico espacial en La Señora Dalloway de Virginia Woolf y Las Horas de Michael Cunningham


Defenestrados: La ventana como elemento simbólico espacial en
La Señora Dalloway de Virginia Woolf y Las Horas
de Michael Cunningham.

por Antonio Carlos Solórzano Santiago



Sin lugar a dudas pensar en las diversas relaciones que se establecen a partir de la intertextualidad que existe entre La señora Dalloway de Virginia Woolf y Las horas de Michael Cunningham, es una labor ardua y larga que (posiblemente) tendría que abarcarse en un trabajo mucho más extenso que unas cuantas cuartillas; amén de que la obra de Cunningham no sólo erige puentes intertextuales con La señora Dalloway sino con otras obras de Virginia Woolf, así como con la biografía de ésta. De tal suerte, el siguiente trabajo que desarrollaré no pasará de ser un esbozo de las relaciones que se establecen entre ambos textos literarios y al mismo tiempo, de las relaciones de estos textos respecto de sus adaptaciones cinematográficas: Mrs. Dalloway de Marleen Gorris y The hours de Stephen Daldry.
La obra de Cunningham se plantea ante nosotros como una realidad artística que tiene, indudablemente, una independencia artística que la hace única y valiosa; sin embargo, considero que no podríamos pensar en Las horas sin el referente de La señora Dalloway o en la vida y figura de Virginia Woolf. Las horas empieza con un “Prólogo”: en éste Cunningham comienza recreando la mañana en la que Virginia Woolf salió de su casa para suicidarse. Nos transcribe incluso, la famosa nota que ésta dejó para su esposo Leonard. El “Prólogo” termina con la siguiente imagen: el cuerpo de Virginia, detenido contra uno de los pilotes del puente Southease. A través del puente Virginia absorbe toda la realidad que trasciende el espacio del río: “Todo esto se incorpora al puente, resuena a través de su madera y de su piedra y entra al cuerpo de Virginia. Su rostro, contra los pilotes, lo absorbe todo: el camión y los soldados, la madre y el niño”[1].
En el siguiente capítulo, “La señora Dalloway” -como siempre nombrará los capítulos en los que aparece Clarissa Vaughan-, empezamos a percibir los ecos y las estructuras paralelas que se establecen respecto de La señora Dalloway de Woolf. Espacio y tiempo se ven totalmente cambiados. Los personajes, también. Pero los sucesos son muy parecidos –idénticos no es la palabra. Desde ese momento podemos darnos cuenta de la clara intertextualidad que se establece entre Las horas y La señora Dalloway. No es fatua la manera en que titula al capítulo (“La señora Dalloway”): declara de manera explícita el contrato de lectura de su obra. La estructura del relato, a través de Clarissa Vaughan, es paralela a la de La señora Dalloway , personificada en Clarissa Dalloway:

Aún hay que comprar las flores. Clarissa finge exasperación (aunque adora hacer estos mandados), deja a Sally limpiando el baño y sale corriendo, no sin antes prometer que estará de vuelta en media hora.
Es la ciudad de Nueva York, finales del siglo XX. [2]

Mientras que en Bourton, principios del siglo XX:

La señora Dalloway dijo que las flores las compraría ella. Porque Lucy tenía ya trabajo suficiente. Había que desmontar las puertas, venían los operarios de Rumpelmeyer y, además, pensó Clarissa Dalloway, la mañana tenía la misma transparencia que si estuviera destinada a unos niños en la playa. [3]

Ahora bien trazar todos los elementos intertextuales desgajados de la relación de estos dos textos literarios, como ya mencioné, sería una labor por demás extensa. Es curioso, por ejemplo, la manera en la que diversos personajes de La señora Dalloway se fusionan y convergen en uno solo en Las horas. Tal es el caso del personaje de Richard de Cunningham. Para mí gusto es la figura más compleja e interesante de la obra. Su complejidad estriba en todos los referentes que se entrañan en él. En primera instancia y de manera evidente tenemos su apelación: Richard. Esto nos recuerda la relación entre la Clarissa y el Richard de La señora Dalloway. Se establece de entrada, una relación referencial entre los dos. Empero, Cunningham se encarga de darnos una relación muy disímil de la que llevaban los personajes homónimos de Virginia Woolf. Estos no están casados y no tienen hijos. Sí, tienen una amistad muy entrañable desde hace muchos años. También fueron amantes, pero tras el “pequeño experimento” al que se sometieron durante un verano su relación como pareja terminó.
Tras vislumbrar este referente nos topamos con la caracterización del Richard de Las horas: si existiera un espectro de caracterizaciones, éste se encuentra en un punto totalmente distinto a Richard Dalloway. Con éste último sólo tiene en común su primer nombre. De ahí en fuera, nada. Aquí es donde surge la complejidad del personaje, no sólo dentro de la diégesis de la obra, sino cuando tratamos de desentrañar su cualidad referencial. En este Richard convergen distintos personajes: Septimus –el personaje atormentado de La señora Dalloway-, Peter Walsh e incluso, la propia Virginia Woolf. Así como rasgos particulares que Michael Cunningham dotó a su Richard[4].
Las referencias y los ecos de La señora Dalloway se encuentran de manera explícita o en ocasiones de manera velada, a lo largo de toda la obra de Cunningham. Los espacios y los tiempos cambian. Los personajes y sus dinámicas son modificados, dando lugar a “otras vueltas de tuerca” respecto de la obra de Virginia Woolf. Es interesante ver por ejemplo, que la Clarissa de Las horas (que no es Clarissa Dalloway pero que nos la recuerda) tenga por pareja a una Sally –insisto no es la misma, pero está claro el juego que nos plantea Cunningham-. En algunos casos los personajes no tienen los mismos nombres pero en la diégesis son caracterizados de manera similar y cumplen con una relación similar (tal es el caso de la hija en Las horas, Julia y de Elizabeth en La señora Dalloway). Por otra parte, se presentan diversas anécdotas de la historia en ambos textos: se dará una fiesta, las dos “Clarissas” irán a comprar flores, los encuentros con personajes en los parques, el suicidio, etc. (Para redondear un poco esta semblanza he de anotar que Las horas a su vez, nos refiere a otras obras de Virginia Woolf. Una de las más evidentes es cuando Laura Brown se va a una habitación de hotel. Aunque su intención sea la de suicidarse, la idea de tener una habitación propia nos recuerda la obra Un cuarto propio[5] o bien, también algunas de las palabras de Richard respecto de su enfermedad nos remiten al ensayo Estar enfermo[6]).
Mi semblanza es muy somera, pero dada la extensión de este trabajo, considero que con esto basta para aludir a la relación existente entre ambos textos literarios. Por lo tanto, al llegar a este punto he de desarrollar el tema presente en los cuatro textos: la ventana como espacio simbólico en las obras. Sánchez Noriega nos comenta en su obra De la literatura al cine lo siguiente:

El espacio literario y fílmico cobra entidad en función de su interrelación con los personajes; sin personajes el espacio carece de relieve y sin una relación estrecha sólo aparece como mero marco. El espacio caracteriza a los personajes en la medida en que los proporciona raíces, y gracias a la intertextualidad, todo espacio significativo ha adquirido un valor narrativo del que queda contagiado el personaje.[7]

De este modo puedo justificar mi planteamiento. En primera instancia una ventana, tanto en un texto literario como en uno fílmico, podría vislumbrarse como algo vacío, simplemente incidental, desde el punto de vista de la diégesis. Con el hecho del suicido no pasa lo mismo: evidentemente tiene una carga muy fuerte dentro de la diégesis. Sin embargo, a través la “interrelación” que se establece entre el elemento espacial que constituye la ventana y los personajes, podemos inferir el sentido simbólico de la ventana. La ventana se convierte en el medio por el que los personajes –tanto Richard como Septimus- escapan de una realidad de la que se han hecho plenamente conscientes y que por ello, los oprime. Ambos han llegado a un plano en el que la vida constituye sólo una opresión y el fin es acabar con ésta. Tanto el suicido como la ventana son los medios para conseguir el fin: la muerte.
En el caso del texto literario de La señora Dalloway, la ventana por contraste respecto de otros elementos que hay en la habitación se convierte en el único medio viable que ha de preservar la libertad a punto de serle arrebatada a Septimus:

Examinó el cuchillo para el pan de la señora Filmer, tan bonito y tan limpio, con la palabra pan grabada en el mango. No, no; no había que ensuciarlo. ¿Abrir la llave del gas? Ya no había tiempo para eso. Holmes estaba a punto de entrar: podría haber utilizado una navaja de afeitar, pero Rezia, que siempre se ocupaba de ese tipo de cosas, las había empaquetado ya. Queda sólo la ventana, la amplia ventana de una casa de huéspedes de Bloomsbury […] El sol calentaba únicamente los seres humanos… Un anciano que bajaba por la escalera de enfrente se detuvo y lo miró. Holmes estaba al otro lado de la puerta. << ¡Les hago entrega!>>, exclamó Septimus, lanzándose con decisión sobre la verja que separaba el patio de la calle.[8]

Esta escena en la película no es muy fiel. Sí se mantiene la atmósfera de desesperación que afecta a Septimus porque el doctor Holmes se acerca. No obstante, no posee la riqueza en cuanto a las opciones que éste sopesa para suicidarse. Eso no significa que la escena no sea igual de fuerte. Dentro de los márgenes de la película resulta harto evocador el que Septimus se lance por la ventana –pensemos en la toma aérea que representa la caída de éste-. La vista se acerca hacia la verja que separa el patio de la calle, hasta que nos deja con la sensación que él se ha enterrado allí, dando un tono dramático respecto del suicidio-. La cara de Septimus se ilumina en la película al observar la ventana. De alguna manera nos da la sensación que, a pesar de estar a punto de morir, se sabe libre –puesto que no será encerrado. La ventana toma un nuevo significado al ser el medio por el que Septimus habrá de acabar con su vida. Se convierte en el medio por el que Septimus perpetúa su libertad, en la salida más viable frente al encierro.
Ahora veamos el caso de Richard en Las horas:

El apartamento está lleno de luz. Clarissa se queda casi sin aliento en el umbral. Todas las persianas están subidas, todas las ventanas, abiertas […] Corre a la otra habitación y encuentra a Richard, que aún tiene la bata puesta, encaramado en el alféizar de la ventana abierta, con una pierna enflaquecida aún en el apartamento y la otra, invisible para ella, colgando a cinco pisos de altura. [9]

En este caso, la adaptación fílmica de esta escena cambia bastante. En la película, cuando Clarissa llega, encuentra a un Richard demente que está intentando quitar unas repisas que cubren sus ventanas. En la obra literaria Clarissa llega a un departamento lleno de luz. En la película Richard le dice a Clarissa: “I need light” y poco después abre la ventana y se sienta en ella. Mientras que en el libro, Richard ya está prácticamente sentado en el alféizar cuando Clarissa lo encuentra. Ahora bien, siento que la frase que dice Richard, “I need light” es muy fuerte, siempre y cuando tomemos como referente el libro. A lo largo del libro se establece una correlación entre Virginia Woolf y él, que en el filme no se siente tan notoria. En el libro de Cunningham se hace mucho hincapié en la oscuridad que colma al departamento de Richard –incluso menciona que sólo soporta focos de 15 watts-. En el siguiente capítulo podemos encontrar la correlación de ambos cuando el autor norteamericano nos habla de los “dolores de cabeza” de Woolf. Cómo es que éstos se exacerbaban a través de la luz que ella percibía en cada una de las cosas que veía a su alrededor. Richard se sume en una oscuridad similar a la que la escritora –según Cunningham- necesitaba para estar libre de los dolores de cabeza. De allí que la frase se vuelva tan fuerte en la película, si se toma en consideración el libro puesto que dicha intertextualidad Richard-Virginia sólo se desarrolla de manera profunda en éste. En la película no puede dimensionarse en la misma medida. Evidentemente ha cambiado algo en Richard: simbólicamente ha salido de la oscuridad inexorable en la que se había sumergido debido a su enfermedad y está dispuesto a acabar con el sufrimiento. La verdad ha llegado para él: ya no desea seguir con esa miserable existencia y el único medio de encontrar luz en medio de esas tinieblas es suicidándose. Al igual que Septimus, la enfermedad de Richard implica una reclusión y, por consiguiente, la pérdida de su libertad.
En ambos casos la ventana presupone una salida. Misma que se encuentra en medio del desazón y del dolor. De una vida que plantea reclusión, esclavitud, dolor y enfermedad. El simbolismo de la ventana es evidente. A través de la conciencia en los personajes y de la decisión irrevocable de ser libres, la ventana se convierte en un medio que ha de llevarlos a acabar con su dolor. En Septimus es más evidente que no quiere ser recluido (porque aun no lo está) y en Richard se manifiesta su deseo de salir de la reclusión y de la oscuridad. En ambos la enfermedad los ha llevado a ese punto, así como una sociedad que no sabe lidiar de manera individual con cada enfermo. Una sociedad que oprime y enajena a cada persona que sufre un mal. En este sentido la vida de Virginia Woolf establece otro nexo intertextual con estas obras y nos permite entender por qué es que la ventana implica tanta luz en mundos tan oscuros como estos.


Bibliografía consultada



Cunningham, Michael, Las horas, traducción de Margarita Valencia Vargas, Verticales de Bolsillo, Bogotá, Colombia, 228 págs.



Sánchez-Noriega, José Luis, De la literatura al cine / Teoría y análisis de la adaptación, prólogo de Jorge Urrutia, Paidós, Barcelona, 2000, 238 págs.



Virginia Woolf, Estar enfermo, presentación traducción y notas de Laura Emilia Pacheco, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2007, 40 págs.



_____________, La señora Dalloway, quinta reimpresión, traducción de José Luis López Muñoz, Alianza Editorial, 2004, 218 págs.



_____________, Un cuarto propio, traducción de Jorge Luis Borges, 6ª edición, Colofón, México, 100 págs.

[1] Michael Cunningham, Las horas, traducción de Margarita Valencia Vargas, Verticales de Bolsillo, Bogotá, Colombia, pág. 15.
[2] Íbid., pág. 17.
[3] Virginia Woolf, La señora Dalloway, quinta reimpresión, traducción de José Luis López Muñoz, Alianza Editorial, 2004, pág. 7.
[4] No es que Richard sea el único ejemplo donde diversos personajes convergen. Incluso con Clarissa Vaughan pasa algo similar: si bien es claro que su caracterización es muy parecida a la de la señora Dalloway original, también es cierto que en ella podremos sentir algo de Lucrezia (la esposa de Séptimo) en su relación con Richard.
[5] Virginia Woolf, Un cuarto propio, traducción de Jorge Luis Borges, 6ª edición, Colofón, México, 100 págs.
[6] Virginia Woolf, Estar enfermo, presentación traducción y notas de Laura Emilia Pacheco, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2007, 40 págs.
[7] De la literatura al cine / Teoría y análisis de la adaptación, prólogo de Jorge Urrutia, Paidós, Barcelona, 2000, págs. 111-112.
[8] Virginia Woolf, La señora Dalloway, págs. 167-168.
[9] Michael Cunningham, Las horas, pág. 195.

sábado, 11 de abril de 2009

Progama de las siguientes sesiones

Hola compañeros, la segunda parte del curso inicia hoy , por fin las novelas graficas.

Abril
13 V for Vendetta (2005) James McTeigue Paronnaud
20: discusión texto y entrega de ensayo
27: Sin city (2005) Frank Miller y Robert Rodríguez
Mayo
4: discusión texto y entrega de ensayo
11: A history of violence (2005) David Cronenberg
18: discusión texto y entrega de ensayo
25: Persepolis (2006) Marjane Satrapi y Vincent
Junio 1: discusión texto y entrega de ensayo

Ojala todos hayan podido bajar los comics,que disfruten la lectura del genial Alan Moore, como dato curioso el odia el termino novela grafica.

martes, 10 de marzo de 2009

1984 por Laura Valdiviezo

1. Introducción
1984, es un libro escrito por George Orwell publicada en 1949, donde Winston Smith, el protagonista, vive un Régimen comandado por el Gran Hermano lleno de prohibiciones que pretende una colectividad manipulable y servicial, y nuestro personaje funciona como un rebelde que necesita decir lo que piensa, por ello escribe y ejerce su libertad de amar, de pensar y actuar para si mismo, siempre dentro de su sistema y clandestinamente, en la tercera parte es descubierto y torturado hasta doblegar su espíritu. George Orwell lleva al extremo a las sociedades represivas y nos da un panorama amplio del futuro que le espera a las sociedades bajo esos regímenes.

El Diario que lleva nuestro protagonista me parece un elemento importante en la trama del libro y en la película, aunque en el libro esta importancia se remarca y en el filme existe con la misma importancia aunque no existe en una forma tan marcada, ya que Winston desafía al partido y al régimen con este pequeño acto de libertad, al mostrarse como un ser individual en un mundo que exige la colectividad, en el libro es todo un acontecimiento cuando toma la pluma, cuando describe Orwell la forma ilegal en que consiguió el libro y lo que le causa escribir a su personaje, cuando duda de la fecha y todas las críticas que tiene de su tiempo, de toda su inconformidad reprimida. En la película Winston se sienta en una silla ocultándose de la mirada del Gran Hermano y desprende un ladrillo de la pared para sacar el libro. En otro momento hablaré con más detalle de la presencia del diario en ambas obras. En este trabajo quiero describir la primera escena en la que aparece el Diario en la película y sus primaras apariciones en el libro, tanto en el libro como en el filme por separado y concluir con una comparación entre los dos sistemas y la relación que tiene de este con la existencia de nuestro protagonista.



El Diario en 1984 se muestra en el film como una imagen homodiegética [1] , mostrando al espectador como es que Winston Smith se sitúa en su realidad y la critica, es debido a este que el espectador sabe que el año que transcurre en la película es 1984, porque no se sabe a ciencia cierta cuando viven, el mismo protagonista parece dudar de su tiempo real en el libro. En el libro 1984 de George Orwell el protagonista consiguió el diario en una tienda, los hombres del partido lo llaman “tráfico en el mercado libre”, sabiendo el peligro que le ocasionaría lo adquirió y llevó a casa, sabía que esto tendría consecuencias si lo arrestaban, “podía tener la certeza de que lo sentenciarían a muerte, o por lo menos a veinticinco años de trabajo rudo[2]” Aunque en el filme nunca se habla del origen del diario y en donde lo consiguió, en el libro hace hincapié Orwell que fue de forma ilegal.


2. Desarrollo


2.1 Descripción de la primera aparición del Diario en la Película 1984.


Winston Smith llega a su casa, la cámara lo enfoca con un Medium shot y así sigue mientras da unos cuantos pasos, la cámara amplia su campo de visión y vemos un Plano Americano, se acerca a la pantalla donde un acusado habla de lo que hizo para ser detenido, le baja el volumen, se aleja de la pantalla y se acerca a la ventana, toma la cajetilla de cigarros y en un Big Close Up que solo enfoca sus manos, saca un cigarrillo y se lo lleva a la boca, la cámara se pone en posición Medium close up, para ver como Winston fuma, pero el cigarro se vacía y maldice, todo el tiempo el protagonista esta en primer plano, la pantalla del Gran Hermano, el reloj al fondo cuando esta parado cerca de la pantalla, están en segundo plano; toma otro cigarrillo, esta vez la cámara no se mueve en el movimiento de sus manos, ya que quiere que observemos la expresión de su cara cuando tiene una reflexión: “El crimenmental es la muerte, el crimenmental no implica la muerte el crimenmental es la muerte misma” [3], se pone el cigarrillo en la boca y lo prende, la cámara se desplaza hacia atrás para mostrarnos un Full Shot claroscuro que nos permite ver el cuerpo completo de Winston y la luz que entra por la ventana, mientras tiene otra reflexión: se sabe culpable de crimenmental; esta escena podríamos interpretarla como una iluminación del personaje, la luz que entra por la ventana nos deja verlo como en un fondo de luz en medio de la represión, y si tomamos en cuenta que está reflexionando y después escribirá en su diario, una actividad ilegal en su mundo, Winston esta siendo iluminado por la luz de la razón; ahora la cámara enfoca solo a la pantalla 6 segundos seguidos y al acusado que se declara culpable, en este tiempo no sabemos donde esta el personaje, esta escena dura tanto tiempo para mostrar a los espectadores que el Gran Hermano esta por encima de cualquier pensamiento libre, la siguiente toma de Winston es cuando ya esta sentado en la silla, en un Plano Americano, esta girado hacia la pared tocando los ladrillos, en un Big close up enfoca sus manos que sacan un ladrillo de la pared, la cámara se mueve hacia el rostro de Winston en un close up, solo vemos que se mueve y una toma después la cámara enfoca sus manos y se ve que del hueco en la pared saca un libro (el diario), lo pone en sus piernas y lo observa como si tuviera en sus manos un tesoro, la cámara sigue filmando su rostro para que el espectador se de cuenta de la expresión del personaje, Winston se pone sus lentes y aunque no se ve, inferimos que abre el libro con hojas en blanco o ya escritas, no sabemos nada del libro más que lo que nos deja ver la cámara, todo lo demás lo suponemos, lo abre en una vacía, con una pluma fuente escribe la fecha, 4 de abril 1984, en esta escena hay un Big close up que solo nos deja ver la pluma, el libro y una pequeña parte de la mano de Winston, deja de escribir y se queda viendo al vacío, la cámara enfoca su rostro en un close up, esta se aleja de él en un Full Shot, la silla esta pegada junto a la pared, la pantalla del Gran Hermano esta en un costado, la cámara se va alejando poco a poco y la voz de Winston se escucha redactando lo que está escribiendo, de solo enfocarlo a él comienza a hacer una toma panorámica de todo el cuarto, para mostrarnos lo pequeño que se ve nuestro personaje con respeto a todo lo demás, su postura encorvada nos lo indica, la pantalla del Gran Hermano se comienza a ver casi por completo, la cámara se detiene en un punto como si el acto de libertad que hace Winston fuera más pequeño que la represión que genera el régimen, es un ser diminuto que enfrente una enorme fuerza, se termina la escena.[4]


2.2 Descripción de la primera aparición del Diario en el libro 1984 de George Orwell.


En el libro se menciona que Winston toma un cigarrillo y al agarrarlo mal se vacía el tabaco, tomo otro, y regreso al cuarto donde estaba la pantalla del Gran Hermano y se sentó frente a una mesa a la izquierda de la pantalla. Del cajón sacó un portaplumas, un tintero y un grueso libro en blanco de tamaño in-quarto, cuyo lomo era rojo y las tapas, de cartón, imitaban el mármol”[5] . El autor nos describe la posición del pequeño escritorio para remarcar que todo estaba preparado para ser una acción clandestina que el Gran Hermano no debía ni podría descubrir, además de darnos una descripción detallada del cuarto. Después el autor describe el libro que Winston sacó del cajón, sus hojas de papel suave y cremoso, su antigüedad y como es que Winston lo consiguió, remarcando su ilegalidad, cuando lo consiguió no sabia bien para que lo usaría, pero sabía que solo tenerlo era correr peligro. Así que abrió las páginas de su diario, el autor nos revela el uso del libro que compró, pareciera que al no hablar del uso que le dio Winston al libro estuviera protegiéndolo de ser descubierto, después describió la pluma que usaría , así que escribió la fecha de ese día: 4 de abril de 1984. Titubeo, Orwell nos describe los pensamientos de Winston, las preguntas que se hace y las respuestas que solo se da para si mismo, Orwell nos dice que comenzó a escribir muchas cosas que para Winston no tenían mucho sentido, “Winston renunció a seguir escribiendo, en parte debido a que le atormentaban serios calambres. Desconocía por qué había soltado esta retahíla de incoherencias.”[6] Después el autor nos asegura que con esta fecha Winston inicia su diario. Al darnos este dato importante termina con el tema y unas páginas adelante Winston retoma la pluma, esta vez para escribir lo que realmente quería escribir, el primer día de su escritura pensó mucho que quería escribir pero no pudo plasmar en el papel sus verdaderos pensamientos e inquietudes, pero esta segunda vez, “Winston comprendió que ya podía darse por muerto. Sentía que ahora cuando comenzaba a externar sus ideas, era cuando había dado el paso decisivo.”[7] Por último, perdió el miedo, porque sabia que seria en vano querer esconderlo, su actitud, más que de resignación, era de asumir lo que pensaba, por eso ya no le daba miedo, sabia que hiciera lo que hiciera lo encontrarían culpable, ya lo era.


2.3 Comparación y relación de la aparición del Diario de Winston en el libro 1984 y la película con el mismo título.


Al hacer esta comparación debemos tomar en cuenta que “cuando se opone cine-literatura se da por supuesto que son medios diferentes que emplean sistemas de significación también diferentes”[8] , mientras que el cine emplea dos registros: visual y sonoro y en ocasiones la escritura, la literatura usa la palabra. Sánchez Noriega dice, que mientras la imagen es concreta la palabra tiene un nivel de abstracción. En este caso George Orwell en el libro 1984 tiene que hacer uso de la palabra para instalarnos en el momento de la acción, por ejemplo, nos lleva de la mano por el cuarto de Winston, describe la posición de sus muebles, sobre todo de la mesa donde se sienta a escribir: “En lugar de encontrarse ubicada, como era habitual, en la pared del fondo, desde donde podía vigilar toda la habitación, se hallaba en la pared más larga, frente a la ventana.” [9], mientras que en la película 1984, vemos el lugar sin más explicación, la habilidad de la imagen de contarnos todo sin más explicaciones. Pero en esta ocasión me interesa hacer referencia a la escritura de nuestro protagonista, al entrar al cuarto en el filme no sabemos que hará, no es una acción que pueda describirse con imágenes, así que la cámara se concentra en el rostro del protagonista, para que el espectador pueda inferir lo que el personaje quiere, esto se logra con un Close up, o bien con un Medium shot, que nos permite ver las actitudes de Winston, aunque sin un preámbulo explicito que pueda adelantarnos un poco de la acción, el libro 1984, antes de decir por completo que se trata de un diario, nos cuenta de un libro que compro ilegalmente y cuando dice “Aunque sus páginas estuvieran en blanco, era muy peligroso poseer aquel libro”[10] , el lector sabe que un libro en blanco es un libro para escribir; en el filme, se sienta a escribir, por ello sabemos que era su diario, no hay más antecedente, la escena no necesita decir nada más. Otro de los aspectos en comparación es el lugar, aunque en el ejemplo anterior, la presencia física del Diario, la diferencia fue el sistema con que se cuentan las historias en un medio y en el otro, las imágenes y sonido en el filme y las palabras en el libro, en este otro ejemplo, el lugar sufre de ciertas modificaciones, en el libro se habla de una mesa a la izquierda de la telepantalla, y es en uno de los cajones que saca el libro junto con la pluma y el tintero, en el filme, es una silla a la izquierda de la pantalla, y el libro esta escondido en un hoyo en la pared que tapa un ladrillo, creo que el mueble del libro no fue posible tenerlo en la película por su tamaño, en la mente del lector podemos adaptar una mesa de esas características que la telepantalla no note, pero en la realidad no se pudo adaptar para no ser vista. En el filme se recurre continuamente a enfoques de cámara que tienen como primer plano la cara, las manos y el cuerpo de Winston, el que recurra tanto a sus manos es para darnos un pequeño preámbulo de lo que hará después, sus manos le bajan el sonido a la telepantalla, encienden el cigarrillo, pero también escriben, las dos primeras acciones son legales y permitidas en su sociedad, la tercera lo llevara a la muerte tarde o temprano, este recurso lo usa el filme para darnos pistas, el libro lo dice con palabras, quizá enfocándose más a las descripciones del lugar, lo que la imagen hace en un instante, el libro lo hace en unos renglones. El libro recurre mucho al dialogo interior del personaje, el narrador nos cuenta lo que Winston piensa y no puede decir, Sánchez Noriega nos dice que “procedimientos literarios como el monologo interior parecen difíciles de trasladar al texto fílmico, y los recursos equivalentes en el cine, como la voz en off over, son apreciados como artificiosos.”[11] Aunque nuestro protagonista esta pensando en todo lo que quiere escribir solo lo piensa, aún no lo pasa al papel, tanto el filme como el libro están consientes de la incapacidad de Winston de ejercer la libre escritura. El Diario ejerce sobre el personaje un cambio importante, aunque en el libro han transcurrido pocas hojas, el lector ya sabe que por ser una actividad ilegal, el personaje corre peligro, pero es aquí donde Winston se opone al sistema y defiende su individualidad, esta acción lo hace un rebelde para el régimen, un rebelde de verdad y no creado como todos los otros, en el filme la preocupación de su rostro, los titubeos y su dialogo interior nos dice que eso que hace no es correcto, al principio le preocupa, pero más tarde esta conciente de todo lo que pasará si lo descubren y parece no importarle.


3. Conclusión


En el filme, 1984, el espectador tiene que inferir muchas cosas, poner atención en los detalles que indiquen la ilegalidad de la acción, escribir, la preocupación que invade su rostro, la música nos indica los momentos de tensión, los movimientos de cámara nos muestran a un personaje preocupado, centro de la atención hasta que comienza a escribir y la cámara se aleja, él es muy pequeño, la Telepantalla lo supera en tamaño y en el volumen de su voz, Winston solo puede tener pensamientos internos, el sonido de la telepantalla lo invade todo, pero no es observado, en eso instantes de escritura, escondido a la izquierda de la telepantalla, la izquierda política siempre es el contrapeso del régimen, solo existe él, acurrucado escribiendo sin ser visto, escribiendo lo que no puede decir y tener que ocultarlo para no ser capturado. En el libro, 1984, todo tiene una razón, los espacios se describe, el pensamiento del personaje de describe y el narrador lo sabe todo, solo que para lo que el libro son dos momentos en la historio, para el filme solo existe uno, en un instante el filme ya nos puso al tanto de todo y el libro tuvo que explicar mucho.


Llevado al extremo, Winston es el escritor de cualquier régimen, representa a los inconformes del sistema, hace crítica a su momento histórico, político y social, se rebela teniendo un pensamiento propio, todo goce esta prohibido, incluido el estético y el intelectual producido por la literatura.

[1]Referencia tomada de los Diagramas del profesor Victor
[2] Orwell, George, 1984.p.15.
[3] Minuto 9:04, fragmento de Youtube: http://www.youtube.com/watch?v=sc1v11NDQ_8 Parte 1.
[4]Escena sacada de Youtube: http://es.youtube.com/watch?v=eVOW3nfNF5I, parte 2
[5]Orwell, George,1984, p.15.

[6]Ídem, p. 17.
[7]Ibídem, p. 30.
[8]Sánchez Noriega, José Luis, De la literatura al cine, Teoría y análisis de la adaptación,Pp. 38-39
[9] Orwell, George,1984, p.15.
[10]Ídem.
[11] Sánchez Noriega, José Luis,De la literatura al cine, Teoría y análisis de la adaptación, Pág. 40


Bibliografía:
 Orwell, George,1984 Ediciones Leyenda , México, 2007, pp. 16-31.
 1984, Título Original: 1984
Director: Michael Radford Año: 1984 País: Inglaterra.Guión: Jonathan Gems , George Orwell Filme extraído de Youtube: http://www.youtube.com/watch?v=sc1v11NDQ_8 Parte1,http://es.youtube.com/watch?v=eVOW3nfNF5I Parte 2
 Sanchez Noriega,Joé luis,De la literatura al cine. Teoría y análisis de la adaptación,Editorial: Paidos, España, 2000.

lunes, 9 de marzo de 2009

Eros en Pedro Páramo por Zazil Collins

El sexo es la relación carnal de dos seres vivos.
El erotismo,para Bataille, es algo que sólo existe
en la muerte, es la nostalgia del sexo cuando se ha
perdido a la pareja […] Tenemos un gran ejemplo
mexicano: Pedro Páramo y su relación con Susana
Sanjuán. En el erotismo hay una ausencia.

Carlos Fuentes


La película Pedro Páramo, adaptación de la novela homónima de Juan Rulfo, fue realizada por Carlos Velo, con la fotografía de Gabriel Figueroa y el guión de Carlos Fuentes, Manuel Barbachano y en el que también participara Velo.

A rasgos generales, transmite, desde la fotografía y los escenarios en ruinas —filmados en Querétaro—, un drama de escasez y penuria. Además, al inicio, salta a la vista la sequía que rodea a los personajes, elemento que guiará la película, pues todos padecen sed, buscan agua o evocan al mar en sus recuerdos.

El panorama de estos espacios pretende demostrar que no existe la posibilidad de que algo cambie la suerte de los personajes; el estatismo es perfecto para los murmullos, los fantasmas y el pasado. Para introducir a la ambientación onírica, tras las estampas que presentan a los personajes, el filme abre con una cita de Calderón de la Barca de La vida es sueño, un recurso destinado a apoyar la comprensión de la historia por parte de los receptores.

La estructura de la película es circular —como en la novela—, ya que Abundio abre y cierra el relato; primero al anunciarle a Juan Preciado el camino a Comala y presentándose como hijo de Pedro Páramo y luego matando a su padre.

El argumento de la novela es respetado en la adaptación, sólo que la construcción de los personajes se altera, es decir, es interpretada por los escritores, pues mientras en el libro de Rulfo la edad de los personajes nunca se menciona, la película se obliga a caracterizarlos.

El aspecto que más interesó a los guionistas y al director es el erotismo como expresión del amor físico; muchas escenas se llevan a cabo en cuartos o camas donde los personajes intiman o descansan, lo que retrata sus impulsos sexuales, los cuales también influyen en el comportamiento del resto de la comunidad.


La trama de la película es captada por Pedro Páramo, su ambición y el amor con Susana San Juan, todo esto expresado desde la sexualidad, que es llevada al terreno de la culpa y del pecado; ni siquiera es central (como en la novela) la gestación del parricidio con el que culmina el relato. Da la impresión de que la película, necesitada de imágenes, aborda este suceso sólo circunstancialmente y para enfatizar, con dramatización comercial, la muerte del protagonista. El final se queda corto y acaba siendo tan burdo e irrisorio como uno de película de muertos vivientes.


La novela expresa que no hay un límite entre el espacio y el tiempo, pues los muertos no siguen estos patrones. En la película, se transmite esto a través de la atmósfera fantasmagórica —aunque con un dejo de extravagante casa de espantos— y las voces fuera de cuadro de los muertos de Comala. Sin embargo, la película introduce demasiadas elipsis y saltos sin sentido (a los que les da un orden raramente lineal), que aislados constituyen escenas eficaces, pero en conjunto oscurantizan el filme, pues muchas secuencias parecen mochadas o entrecortadas.

Se respetan algunos de los arcaísmos, tautologías y versos o locuciones populares del tipo "poesía por error" (como cuando se dice: "tú tienes los oídos muchachos") de la novela de Rulfo; sin embargo, el lenguaje de los personajes tiende a la solemnidad y termina siendo artificial o acartonado, sobre todo por el contexto y la construcción de los personajes. Los acentos de los actores, por ejemplo, nada tienen que ver con los de los personajes rulfianos.


El eros en Pedro Páramo está sugerido a lo largo de la película, pues las escenas de sexo son indirectas o están insinuadas. El inconsciente [1] de los personajes es a lo que apunta la (continua más abajo)

Los personajes que conserva la película

Abundio Martínez, Ana Rentería, Damiana, Dolores Preciado, Dorotea, Eduviges, el cura Rentería, Fulgor Sedano, Juan Preciado, Miguel Páramo, Pedro Páramo, Susana San Juan. Y, con apariciones circunstanciales: Toribio Aldrete, Margarita, Florencio, el saltaperico, Perseverancio...

Las tomas

Casi todas son planos americanos, es decir, tomas de la cintura para arriba. En pocas ocasiones se introducen tomas de vista de pájaro o juegos con los ángulos y movimientos de cámara. Las escenas guía de la película son cuadros en cámara fija, la muy clásica master scene.

La fotografía

Generalmente, la luz tiende a ser más clara cuando se remite al tiempo pasado de la película, mientras que se oscurece cuando las escenas aluden al tiempo presente de la historia.

La banda sonora
Compuesta por la conjunción de palabra, música, silencio y efectos ambientales, la banda sonora de Pedro Páramo elimina el silencio y se enfoca en la oralidad de los personajes, ya sea a través del sonido sincrónico (en el que se sincroniza el sonido con el movimiento de labios de los actores) o de las voces en off. Se recurre al sonido diegético para penetrar en la mente de los personajes, aquí también los sonidos son posteriores al tiempo de la imagen, lo que ilustra los flashback en la historia, es decir, los recuerdos.
La música estilizada, sin naturalidad, no concuerda con la estructura del guión, los personajes y escenarios. Se recurre poco a la música, son más frecuentes los efectos ambientales (campanas, disparos, viento, sollozos, quejidos, gritos) y a las voces.

(continuación)

película a lo largo de una hora con cuarenta y un minutos de duración.
Hay un poder que impera en esta historia, el del padre o patriarca. La frase "todos somos hijos de Pedro Páramo" marca una división de poderes de los elementos internos
de la misma. Se entiende por poder un instrumento de mando que debe su existencia al instinto de dominación; uno, como ya se mencionó es el del padre (Pedro Páramo), otro de los hijos e incluso del resto de personajes en la historia, a excepción de un tercero, en manos de Susana San Juan. Éste último destaca del resto, pues vence al poder del padre desde la locura, al punto que Pedro Páramo sucumbe ante el amor platónico que le tiene a Susana San Juan. Del mismo modo, la locura de este personaje es de un erotismo tal, que desafía la representación de la pasividad del personaje femenino.


Susana San Juan, a diferencia del resto de los personajes, inmersos en la sequía y que transcurren la historia pidiendo o buscando agua, se la pasa recordando el mar y viviendo de sus recuerdos. El mar es utilizado como una metáfora alusiva a la fantasía y al deseo por Florencio (su supuesto amante-esposo), pues en ella descarga su nostalgia por un objeto de amor y libertad, incluso de autorrealización, en donde la realidad es una abstracción de la demencia de Susana o del deseo por ser feliz.

Entonces, las estructuras marcadas en que se relacionan los personajes son Padre-hijo y Hombre-mujer. El lazo Padre-hijo tiene a su vez dos divisiones, la de hijo legítimo y la de ilegítimo. En la primera aparece Miguel Páramo y en la segunda Abundio.


Es característica de Pedro Páramo —novela y película— la relación sexual de los hombres Páramo (Pedro y Miguel) con distintas mujeres, y que estas figuras masculinas no tengan acercamiento con su madre. Así, se infieren las suplencias de la figura materna, al igual que su continua búsqueda. En el caso de Pedro Páramo, ésta figura es encarnada por Susana San Juan. Además, a diferencia del resto, los Páramo son narcisistas, de lo que se desprende su ambición y egoísmo.


Susana San Juan incorpora, dentro de la relación de personajes, la línea Padre-hija, movida por la violencia que genera tal enlace (físico o fantasioso), en el que el temor humilla o aprisiona a la mujer dentro del ámbito doméstico.


Los demás personajes femeninos no son de profundidad psicológica o complejos. Están puestos en la historia para que se pueda entender mejor, pero de ningún modo interesaron a los realizadores. No proyectan más que indiferencia, seriedad, a veces tristeza. No creo que haya sido el objetivo de la película, pero resulta positivo este abandono de los personajes. Damiana, Eduviges, Dolores, Ana son mujeres que se dejan perder, en silencio, por su amor incondicional a Pedro, ya sea en presencia o ausencia. Son mujeres que prácticamente se enamoran a través de los ojos y la idealización. La expresión física del amor o no les parece importante o les da miedo (no tanto a ellas, sino al director y a los guionistas). Pero Dorotea es distinta.


Especialmente, una de las escenas llama la atención, pues en este momento aparecen dentro de la película los impulsos más carnales y explícitos en una mujer: mientras el hijo de Pedro Páramo, Miguel, se aprovecha de Ana Rentería, la alcahueta de Dorotea, en una toma de cuerpo completo y acostada sobre una tumba del cementerio, se vuelve voyeur al representar una escena de masturbación indirecta, mientras que su diálogo versa: "Ah que la chicharra, / ah que los sueños malditos. / Ese es el amor que nos hace vivir más de lo debido".


Tanto la frase como la actitud nos adentran a la visualización del eros sobreentendido en el filme, y manifiesta la contraposición entre la fantasía y la realidad. Significativo es que sea un personaje marginal, servicial y ruidoso como Dorotea, el que propone este tipo de erotismo. No se debe olvidar la censura a la sexualidad, más marcada en las mujeres y que, en la película, puede tener un carácter negativo que Dorotea la encarne (o positivo, porque es mejor intérprete que la actriz que personifica a Susana).

Dorotea desea ser madre y amada, pero al saber ese placer como inalcanzable, lo vive consiguiéndole mujeres a Miguel Páramo y ayudándole en sus fechorías. Así, Dorotea no sólo suple deseos sexuales, también su vacío maternal.


Las excitaciones de Dorotea y de Susana, aunque distintas, enfatizan la preferencia de los guionistas y realizadores por retratar el amor carnal y sus efectos en la psicología de los personajes. No sólo las excitaciones, también el vestuario, pues se favorecen los escotes y camisones provocativos, no tan ad hoc a los personajes rulfianos… Si bien no resulta provocativa Dorotea, sí lo son Susana, Ana, Eduviges, Doloritas; a fin de cuentas, el fenómeno comercial busca el morbo del espectador y qué mejor fórmula que la de denotar a las sexys actrices del momento.

Una secuencia también atractiva —que sugiere sensualidad— es en la que aparece "el saltaperico", el provocador de sueños que Eduviges llama el día de la boda de Doloritas y Pedro Páramo, para que le levante la calentura a Doloritas y la haga soñar.

Hay muchas más secuencias con esta temática erótica, sin embargo, las que nombro me parecen las más seductoras y propositivas que tiene la película; aunque el eros siempre termina siendo muy pomposo en vez de transgresor (toque del director).

Pedro Páramo y Susana San Juan
La búsqueda de Pedro Páramo por Susana San Juan, las remembranzas por el amor y su enfrentamiento con el padre de Susana (que lo lleva a asesinarlo) constituyen fantasías eróticas y ensoñaciones, en cuya línea domina la fórmula riesgo-placer.


Si el erotismo, recitando a Fuentes, es como dice Bataille: "algo que sólo existe en la muerte", entonces la relación fílmica entre Pedro y Susana es lograda, pues hay un distanciamiento entre ambos personajes, provocado por la ilación de secuencias y reestructuración lineal del tiempo de la historia. Pedro y Susana no se conocen. Lo que los une, además del sexo —relación carnal de dos seres vivos—, es el abandono del eros, pues en las escenas que ambos comparten cada uno transmite estar viviendo tiempos y acciones distintas; su eros resulta soledad, ya sea marcada por la locura, el recuerdo o la idealización: "la nostalgia del sexo cuando se ha perdido la pareja" (aunque se crea tenerla).


Sobre el final


En la adaptación no cambia el título, cambia el tiempo; la ubicación temporal del relato es similar en el rodaje, con la excepción de que cierto vestuario de los actores resulta más a la moda de lo que se creería al leer la novela; sin embargo, la novela nunca apunta una temporalidad específica, por lo que la adaptación a este respecto, guste o no, es propia. Como el texto de la novela es relativamente largo para un filme de menos de dos horas, se comprimen varios pasajes originales. Tal vez los efectos de este rodaje no fueron un acierto, pero es muy atinada la combinación de elementos para personificar a Pedro Páramo, con respecto al significado de su nombre. Pedro significa ‘piedra’ [2] y Páramo ‘lugar frío y desamparado’. Tal conjunción ambienta la escena final en la que Pedro, sentado en una silla y simulando que se desmorona (efecto del maquillaje), es abordado por Abundio, quien le da propina unos cuantos cuchillazos (suficientes como para dejarlo muerto al instante), tras los que Pedro Páramo se levanta a tomar camino en dirección al camposanto, nuevamente evocando a Susana San Juan, y cae contra la tierra (una alusión materna de Susana).


Los pasajes clave de la psicología de los personajes de la novela fueron respetados. Bajo la lógica religiosa con la que es tratado el filme, el tipo de muerte es consecuencia del pecado, específicamente, por la ambición y promiscuidad. La orientación de la película también manifiesta el afán por hacer más digerible el texto de Rulfo y llamar la atención de los espectadores con una trama llamativa como es la historia de amor entre Pedro Páramo y Susana San Juan. (El velo que le imprimen al erotismo es meramente para captar la atención del público.)
Definitivamente, esta adaptación en ningún modo sustituye la lectura de la novela; conociéndola es difícil no escribir que en la película se trituró el texto rulfiano. Sin embargo, aunque lento, la fotografía del filme (cuya mayor validez es la de haber sido la primer adaptación a cine de Pedro Páramo), es muy rescatable, así como sus intenciones, que son palpables en la ambientación y estructuración: los claroscuros, las ruinas, los saltos de tiempo, las voces en off y la conservación de algunos pasajes (textuales) de la novela. Las actuaciones podrían haberle dado otro giro a la película, aunque también la dirección tuvo sus errores, tales como insertar el jarabe tapatío en un par de tomas, o arlequines y toreros, el vestuario (nada coherente con los contextos de Comala) y la edición de las secuencias.




________________________________________
[1] El inconsciente son aquellas representaciones latentes de las que no tenemos algún fundamento para sospechar que se hallan contenidas en la vida anímica, como sucede con la memoria, ya que una representación puede hallarse ahora presente en mi consciencia, desaparecer de ella en el momento inmediato, para volver a emerger más tarde sin modificación alguna pero ya no como una nueva percepción sensorial sino como un recuerdo. Mientras la representación permaneció fuera de la consciencia debemos suponer que debió estar en nuestro espíritu pero de una manera latente aunque no podemos explicar de qué forma estaba presente en la vida psíquica. (Freud, Algunas observaciones sobre el concepto del inconsciente en psicoanálisis, p. 1697)
[2] "La piedra es también emblema del poder: síntesis de fuerza unificadora y dura; sin embargo, al final se rompe al chocar precisamente contra la tierra" (Jaime Rivera Julián, "Los motivos del parricidio en Pedro Páramo de Juan Rulfo", p. 184 apud Alberto Vidal, Lenguaje y poder en Pedro Páramo, p. 124-127.)









FUENTES CONSULTADAS

 BLANCO, María Luisa (03/05/2003)."El gran poder de la novela es darle al mundo lo que le falta" (entrevista a Carlos Fuentes), en Babelia, http://www.elpais.es/suple/babelia/articulo.htm...ese_1&print=1&anchor=elpbabsem&type=Tes&d_date=/.
 ESPINOSA-JÁCOME, José T (1996). La focalización inconsciente en Pedro Páramo. Madrid, Editorial Pliegos.
 FREUD, Sigmund (1973). Algunas observaciones sobre el concepto del inconsciente en psicoanálisis. Madrid, Biblioteca Nueva, tomo II, p.1967.
 RIVERA JULIÁN, Jaime (1996). "Los motivos del parricidio en Pedro Páramo de Juan Rulfo" en Tema y variaciones de literatura. México, UAM Azcapotzalco, División de Ciencias Sociales y Humanidades, núm. 8, II semestre.
 SÁNCHEZ NORIEGA, José Luis (2000). De la literatura al cine. Barcelona, Paidós.
 VERDUGO FUENTES, Waldemar (1981). Entrevista a Gabriel García Márquez, Santiago de Chile, Vogue, edición electrónica http://magosdeamerica.galeon.com, 2003.

lunes, 23 de febrero de 2009

Gran inaguración

Bienvenidos alumnos, ex alumnos, lectores, investigadores o simplemente cinéfilos a este nuevo blog. Están presenciando el surco que se ha abierto
en el espacio virtual, en el espacio navegable, una nueva isla, un nuevo planeta.

Aquí discutiremos sobre el cine y las adaptaciones literarias, novela, cuento, teatro, novela grafica, videojuegos.

Como primeros post tendremos ejemplos de estudios de la adaptación.

Por eso invitamos a nuestros alumnos(as) y ex-alumnos (as) a colaborar.

Por el momento subsecuentes dinámicas son un misterio, pero aquí se les mantendrá informados.

att.: wario alias administrador del sitio